Consiste en visitar granjas o empresas agrícolas para vivir una experiencia rural de primera mano. Permite a los turistas participar en las actividades de la granja, aprender sobre agricultura y alojarse en ella. Las actividades van desde la recogida de fruta y el cuidado de animales hasta talleres sobre prácticas agrícolas. Es una mezcla de educación, entretenimiento y apoyo a las comunidades locales.